sábado, julio 10, 2010

Cántico

He de quedarme solo
en el abismo de la pobreza y la melancolía,
cuando el cuervo cante alegre y el sol dé paso a la noche.

He de quedarme solo,
inmerso en la ciénaga eterna del camino,
de llagas y fracturas lleno, y sin cuerda de viajero.

He de quedarme solo
cuando el cuerno llame a la batalla final,
cuando resuenen las campanas de la muerte y brille el fuego en el cielo.

He de quedarme solo una vez más
y veré por última oportunidad la destreza del guerrero.
He de quedarme solo, las señales son claras...

Y a este mundo se viene con ese único fin:
aprender a estar solo sin sufrir...

lunes, julio 05, 2010

Cínico y patético

Caminando el otro día, vi un sueño pasar. Me pregunté qué ocurría, algo asombrado, pues es hecho cierto y conocido que ya casi no se ven en esta ciudad (oí que emigran de manera masiva, huyendo de la deforestación nubosa y la contaminación acomodaticia), pero no le dí mucha importancia en aquel momento, pues estaba concentrado en hechos más relevantes.
Mucho más tarde, cuando ya había olvidado por completo aquella particular aparición, tuve una siniestra conversación con un total desconocido (ya saben, de esos que viven constantemente a nuestro lado y tienen con nosotros tantas cosas en común) que me dijo cosas que nunca pude entender del todo... Hablaba de tonterías acerca de trabajar por la construcción de un entorno mejor, donde se pudiera obtener un empleo en el área del arte (imaginen el descaro) y existiesen mayores oportunidades para todos sin importar qué tendencias o falta de convencionalismos pudieran poseer (ya aquí reía yo a mandíbula batiente).
En fin, no quería extenderme demasiado y ya lo hice. No es mi costumbre escribir sobre lo que siento y mucho menos en airados testamentos, pues es una pérdida de tiempo mayúscula (imaginen el desprecio que siento hacia quienes escriben en blogs, por ejemplo), pero necesitaba comentar tan absurda experiencia. Espero sirva de algo para prepararnos contra gente de ese estilo; sólo pretenden confundirnos con cuentos de hadas. ¿Creerán que sus vidas son parte de algún mundo mágico o algo parecido? Qué patético.

viernes, julio 02, 2010

Un pequeño comienzo

Y conocí su nombre, que tocó mis oídos como una melodía atractiva y tenebrosa, y mis labios lo repitieron con un ritmo suave y frenético que provenía del mayor de los placeres, y de un cataclísmico y visceral terror.
En segundos, mi cuerpo paralizado se había separado del entorno, el sonido de las copas tintineando en las bandejas de los meseros se fundía con las voces trémulas de todos aquellos hombres y mujeres que no habían tenido la dicha -sí, dicha, pensaba. Tal era el estado de mi mente enfebrecida-, no tenían la dicha de haber caído bajo su hechizo.
Y envuelto en aquella misteriosa aura, como absorto en un seductor ensueño, mis ojos quedaron fijos en los suyos, mientras enigmáticamete me lanzaba una sonrisa de depredador que delataba parte de sus intenciones, y aun ocultaba bajo un fiero velo el todavía desconocido mar de sus emociones...