Mucho más tarde, cuando ya había olvidado por completo aquella particular aparición, tuve una siniestra conversación con un total desconocido (ya saben, de esos que viven constantemente a nuestro lado y tienen con nosotros tantas cosas en común) que me dijo cosas que nunca pude entender del todo... Hablaba de tonterías acerca de trabajar por la construcción de un entorno mejor, donde se pudiera obtener un empleo en el área del arte (imaginen el descaro) y existiesen mayores oportunidades para todos sin importar qué tendencias o falta de convencionalismos pudieran poseer (ya aquí reía yo a mandíbula batiente).
En fin, no quería extenderme demasiado y ya lo hice. No es mi costumbre escribir sobre lo que siento y mucho menos en airados testamentos, pues es una pérdida de tiempo mayúscula (imaginen el desprecio que siento hacia quienes escriben en blogs, por ejemplo), pero necesitaba comentar tan absurda experiencia. Espero sirva de algo para prepararnos contra gente de ese estilo; sólo pretenden confundirnos con cuentos de hadas. ¿Creerán que sus vidas son parte de algún mundo mágico o algo parecido? Qué patético.
El mundo es patético. Vaya, no sabía que tenías un blog. Hola :)
ResponderEliminarPues es nuevecito =)Saludox
ResponderEliminar